El frío nos invita a resguardarnos en casa, salir menos al exterior, estar menos activos, comer alimentos más calóricos y abrigarnos bien. ¿Pero, estamos haciendo lo correcto para combatirlo? ¿Nos alimentamos de un modo adecuado para elevar nuestra temperatura corporal? A continuación, os contamos todo lo que debéis saber para hacer más llevaderas las bajas temperaturas.
- Mantente hidratado. Aprovecha para consumir infusiones templadas y caldos naturales desgrasados que nos aseguren un aporte adecuado de minerales y nos ayuden a entrar en calor. Tu piel también lo agradecerá, ya que una buena hidratación empieza desde el interior.
- Insiste en el cuidado de tu piel. Durante esta época del año nos enfrentamos los efectos del frío, el calor seco y a los cambios bruscos de temperatura. Refuerza la hidratación y la nutrición con el fin de evitar la aparición de descamación y grietas.
- No bajes la guardia con la protección solar. En invierno, aunque a menor cuantía, las radiaciones IR y UV siguen presentes, al igual que sus efectos nocivos sobre nuestra piel.
- Cuida la alimentación. En invierno, el cuerpo necesita más calorías para afrontar el frío y puede suponer un aumento de peso durante la temporada. Para evitar esta situación, mantén los horarios de alimentación. Consume alimentos tibios y añade a la dieta un puñado de frutos secos.
- Aumentar la ingesta de vitaminas. Consume alimentos que contengan vitaminas A, C y D (cítricos, verduras de hoja, lácteos). Recuerda que la vitamina A evita que se reseque la piel y la aparición de grietas en los labios, y la vitamina C es un potente antioxidante que además ayuda a aumentar las defensas y a prevenir resfriados.
- Continúa haciendo deporte y actividad física. Practicar ejercicio ayudará a entrar en calor y a combatir el frío.
- Evita los cambios bruscos de temperatura. La temperatura interior de la casa o la oficina debe estar en torno a los 22º C, y es aconsejable ventilar periódicamente los ambientes. Los virus que causan enfermedades respiratorias están más presentes, y la tasa de contagio aumenta al permanecer en ambientes cerrados y mal ventilados.
- Lávate las manos y refuerza los hábitos de higiene. Recuerda cubrir la boca al momento de estornudar o toser para evitar la propagación de los gérmenes.
- Adecua tu indumentaria. Vístete en capas (técnica cebolla) y con ropa holgada para que te mantengas seco y caliente. El abuso de prendas demasiado cerradas o ceñidas impide una correcta transpiración.
- Cuida tu estado de ánimo para prevenir el Trastorno Afectivo Estacional. Los meses de frío y menos horas de luz, representa
n para muchas personas tiempos de estrés y de tristeza.
Dra. Myriam S. Mosquete
Directora Médica